Sus
falsos contratos y los 16.500 euros que dejó a deber a Hacienda no le
impidieron cobrar el paro
Un senegalés
afincado en España logró
engañar a la Seguridad Social, al paro y a Hacienda tras haber simulado estar contratado
-y trabajando- en ocho empresas a la vez que,
encima, están ubicadas en provincias de lo más dispar.
El caso ha acabado destapándose. Eso
sí, después de que el inmigrante en cuestión lograra beneficiarse del paro
generado por esos falsos contratos con los que estuvo dado de alta como
cotizante en la Seguridad Social.
Ha sido detenido en Zaragoza. Ahora se enfrentará a juicio por dos delitos: uno de
falsedad documental y otro contra la Seguridad Social.
El caso se destapó después de que él mismo, para montarse una
coartada, presentara una denuncia asegurando que alguien le había suplantado la identidad.
La denuncia la formuló después de que la Agencia Tributaria le reclamara 16.500
de euros por impuestos impagados por las nóminas que había cobrado por sus
supuestos contratos de trabajo.
Previamente, para reforzar la misma
coartada, ya había presentado también dos denuncias por extravío o sustracción
de su documentación.
Las denuncias no colaron, sino que se han vuelto en su contra. Cuando empezó a indagarse, la sospecha se disparó al
aparecer en los registros de la Seguridad Social como trabajador de ocho
empresas a la vez, de forma simultánea y en varias provincias.
Era físicamente imposible que todos
esos contratos fueran auténticos, aunque en todos ellos aparecía él como
cotizante a la Seguridad Social por el régimen general -asalariados por cuenta
ajena-. De hecho, eso le permitió acumular derecho a paro y cobrar las
mensualidades correspondientes por desempleo.
Según han informado fuentes
policiales, pese a que el acusado dijo no haber mantenido relación alguna con
esas empresas en las que aparecía como supuesto asalariado, se ha descubierto
que en sus cuentas bancarias acabaron algunas de las nóminas de dichas
empresas, además de beneficiarse de las prestaciones por desempleo que le
generaron esos contratos.
Las mismas fuentes han explicado que
este tipo de prácticas fraudulentas «es frecuente entre los súbditos africanos
en situación irregulra, que, aprovechando el gran parecido físico entre ellos,
suplantan la identidad de otros compatriotas con permiso de residencia y
trabajo en España; se hacen pasar por ellos para acceder a un puesto de trabajo
con la connivencia del titular, quien percibe una compensación económica por la
'cesión' de sus documentos».
De esta forma -explican las mismas
fuentes- «una vez ingresada la nómina en la cuenta del 'suplantado', éste le
entregaría una parte del salario al 'suplantador', quedándose con el resto como
pago por la donación de sus documentos originales». Para intentar encubrir el
fraude, lo habitual es que el que cede la documentación interponga denuncias
por extravío o sustracción de sus documentos, «con el fin de tener una justificación
para eludir la acción de la Justicia».
Fuente.
www.abc.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario