Lecciones futbolísticas para el mundo de la empresa
Los expertos consideran que el mal resultado de la Roja en el pasado Mundial de Brasil está relacionado con una mala gestión del éxito y del fracaso. Una lección válida tanto para el 'management' empresarial. Levantarse de un fracaso y aprender de lo vivido es una buena receta para obtener buenos resultados.
La primera conclusión es que a la selección española le faltó resiliencia, un concepto que se asocia gráficamente al bambú y que básicamente se refiere a la capacidad de recuperarse con flexibilidad de las adversidades y situaciones límite. En el Mundial de Brasil, la selección española, confiada con los triunfos anteriores, no supo reaccionar y darle la vuelta al fracaso tras la primera derrota contra Holanda; algo que sí hizo en Sudáfrica cuando perdió contra Suiza, aseguran desde la escuela de negocios ESCP Europe.
En lugar de una gestión efectiva del talento que hiciera sacar lo mejor del equipo, como ocurre en las empresas que gozan de liderazgo, la selección se encontró sin un buen CEO que supiera dirigir y motivar al vestuario cuando vinieron mal dadas, lo que los hizo vulnerables.
La falta de autocrítica también fue clave en la eliminación de la Roja. Vivir de glorias pasadas y creerse invencibles impidió que tomaran las riendas de la situación y que se consiguieran los objetivos marcados. En definitiva, la selección se quedó sin flow, ese estado de gracia y de éxito que sólo se consigue mediante la práctica y el trabajo duro diario.
De esta forma, al igual que les ocurre a las empresas, el acomodarse en su zona de confort y creer que el éxito es una constante que llega por inercia se tradujo en un contundente batacazo para el combinado nacional.
Según la profesora de ESCP Europe y experta en habilidades directivas, Diana Clarke, “siempre hay que estar preparado para lidiar con los errores porque el éxito es algo excepcional, no sólo en el deporte sino también en las empresas que en estos últimos años se han encontrado con más caídas que subidas en la montaña rusa de los negocios. Levantarse de un fracaso y aprender de lo vivido para no cometer los mismo errores en el futuro es una buena receta para obtener buenos resultados”.
FERRAN PELLISÉ GUINJOAN
En lugar de una gestión efectiva del talento que hiciera sacar lo mejor del equipo, como ocurre en las empresas que gozan de liderazgo, la selección se encontró sin un buen CEO que supiera dirigir y motivar al vestuario cuando vinieron mal dadas, lo que los hizo vulnerables.
La falta de autocrítica también fue clave en la eliminación de la Roja. Vivir de glorias pasadas y creerse invencibles impidió que tomaran las riendas de la situación y que se consiguieran los objetivos marcados. En definitiva, la selección se quedó sin flow, ese estado de gracia y de éxito que sólo se consigue mediante la práctica y el trabajo duro diario.
De esta forma, al igual que les ocurre a las empresas, el acomodarse en su zona de confort y creer que el éxito es una constante que llega por inercia se tradujo en un contundente batacazo para el combinado nacional.
Según la profesora de ESCP Europe y experta en habilidades directivas, Diana Clarke, “siempre hay que estar preparado para lidiar con los errores porque el éxito es algo excepcional, no sólo en el deporte sino también en las empresas que en estos últimos años se han encontrado con más caídas que subidas en la montaña rusa de los negocios. Levantarse de un fracaso y aprender de lo vivido para no cometer los mismo errores en el futuro es una buena receta para obtener buenos resultados”.
FERRAN PELLISÉ GUINJOAN
Director de prestaciones y asesoría jurídica de prestaciones.
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